Hombre de maíz
Maya significa hombre de maíz. En las calles de la
ciudad de México nadie puede librarse del maíz. Tacos con tortillas de maíz,
tamales con granos de maíz molidos, enchiladas con maíz, guacamole con totopos
de maíz. Menos aún pueden negarse al temido rey de la cocina mexicana, al
chile, que los hay de mil colores y tamaños, y todos pican: jalapeño, serrano,
verde, poblano, güero, manzano, chile chilaca o pasilla, habanero. Y están presentes
en las frutas, en chupetines y caramelos, en las sopas, en las carnes, en las
verduras y en las bebidas. Para ser mexicano debe gustarte el chile, enchilarte
a fuerza de coraje, una y otra vez, hasta que tu boca sea conquistada por
completo. La experiencia se resume así: una lágrima se escapa de mis ojos y se
desliza lento por mi cuello, que hierve tanto como mi corazón que late
aceleradamente. Y mis mejillas coloradas, se ven aliviadas cuando bebo sin
respiro hasta que en el vaso ya no queda ni una gota de michelada, cerveza bien
helada con jugo de limón que calma mi garganta y unos granos de sal que juegan
con mi lengua.
Por María Hegouaburu.
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